Sócrates - 13 de agosto, 1997
Mucha gente debe pensar en Sócrates cuando sus pensamientos son complicados y está confundida ideológicamente. Desde que nace, el hombre quiere por naturaleza conocer a Dios, y lo busca.
La razón de ello es que, antes de tomar conocimiento racional de que fue creado por Dios, ya existe una conexión de corazón por estar en relación de hijo a padre con Dios. Entonces, la naturaleza original del hombre de buscar a Dios, hace que eventualmente lo busque. Si uno está muy aferrado a su propia ideología y pensamientos, termina olvidando o negando la existencia de Dios.
Hice grandes esfuerzos para encontrarme con Sócrates, pero ello no fue fácil. El lugar donde este hombre mora está muy en los bajos niveles del Mundo Espiritual Medio. Fue difícil encontrarlo, porque él no quería verme.
Fui una primera vez, luego una segunda vez y a la tercera me recibió, pero con una expresión oscura y deprimente. La razón por la que no quería encontrarme, es que no le gusta discutir con gente que tiene una filosofía diferente de la suya. Eso porque su posición es la de insistir en que el fruto intelectual de todo lo que él pensó hasta ahora no era errado, y especialmente no sentía ninguna necesidad de escuchar otro tipo de pensamiento. Es muy arrogante y le fastidiaba conversar. No tuvo ninguna intención de escucharme.
De todos modos comencé a hablarle del Pensamiento de Unificación de a poquito, hablándole despacio. Ya bien adentrados en una conferencia me interrumpió: "¿Quién creó esa teoría de usted?... ¿Es suya? Si es suya, se ve que usted ha pensado bastante".
Entonces comencé a presentarle a los Padres Verdaderos, pero no los conocía. Después de conversar por muchas horas, pareció querer abrirse un poquito. A través de él se me ocurrió pensar que los pensamientos de los filósofos son un gran obstáculo para Dios. Estaba tan lleno de su propio pensamiento e ideología, que asimilar el Principio Divino le llevará tiempo.
Le pregunté si tenía intención de escuchar más charlas la próxima vez que yo viniese, y me respondió: "No es que tenga tantas ganas de escucharlas, pero si viene con la intención de que yo cambie mis ideas, no será bienvenido".
Una vez que se sumerge en un pensamiento, no quiere encontrarse con nadie hasta que no lo haya resuelto. Así, su contorno es monótono; es un lugar algo alejado de la gente.
Tampoco tiene interés en la armonía del mundo creado, que dentro del amor de Dios las flores nacen y se marchitan, ni en el hecho de que la vida y la muerte del hombre se originan en la armonía del poder de Dios.
A causa de ello me pareció que le llevaría tiempo deshacerse de su obstinación, pero igual tengo esperanzas, porque el Pensamiento de Unificación es de una dimensión más elevada que el de cualquier filósofo.
Se le preguntó al Dr. Sang Hun Lee a través de la médium si Sócrates conocía a los Padres Verdaderos, si sabe de Dios, y él le respondió: "Conoce a Dios, pero no conoce con profundidad acerca de los Padres Verdaderos, y por causa de su filosofía no se preocupa tampoco por conocerlos".